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5 ejemplos de comunicación pasiva y cómo lidiar con ella

May 15, 2024
11 min read

La comunicación profesional puede llegar a ser compleja. Cuando envías un correo electrónico o un mensaje, la persona receptora quizás no entienda lo que quieres decir. Incluso si pasas más tiempo redactando tu mensaje, puede llegar a ser malinterpretado.

Esto es de suma importancia, bien sea que trabajes de forma remota o en persona. En los correos electrónicos o los chats, debes tener mucho cuidado con las palabras que usas y los signos de puntuación, para evitar confusiones.

A medida que continuamos trabajando de forma remota, lidiar con miembros del equipo difíciles puede volverse todo un reto. Comprender los distintos estilos de comunicación dentro del lugar de trabajo pueden ayudarte a trabajar mejor con tu equipo y esquivar malentendidos. Exploremos todo lo que necesitas saber al respecto.

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¿Por qué es importante prestar atención a los estilos de comunicación?

Comprender los estilos de comunicación es fundamental porque ayuda a evitar confusiones en el trabajo.

Cuando conoces cómo prefiere comunicarse cada individuo y dominas tu estilo, podrás emitir mensajes importantes con mayor claridad y efectividad.

Los diferentes estilos de comunicación pueden provocar distintas emociones en las personas que reciben los mensajes.

Puede que algunos estilos los hagan sentir empoderados, mientras que otros pueden hacerlos sentir frustrados, confiados, culpables, etc.

Para crear un ambiente laboral positivo, es de suma importancia abrazar los diferentes estilos de trabajo que asistan y alientes a los empleados, evitando negatividad innecesaria. 

Los cuatro estilos de comunicación

En el mundo de la comunicación interpersonal, existen varios estilos de comunicación, cada uno con sus características y enfoques.

Estos estilos de comunicación pueden tener un impacto significativo en la forma en que interactúan las personas y responden a la información. Vamos a resumir cada uno.

1. Comunicación asertiva

La comunicación asertiva es una forma equilibrada y respetuosa de expresar tus necesidades, opiniones y sentimientos, mientras tomas en consideración los derechos y emociones de los demás.

Implica una comunicación clara y directa, sin ser groseros o agresivos.

Ejemplo: “Aprecio tu opinión, pero pienso distinto. Encontremos una solución que funcione para ambos.”

2. Comunicación agresiva

La comunicación agresiva implica expresar tus necesidades y opiniones de manera forzosa, con frecuencia sin considerar cómo afecta a los demás. Puede ser confrontacional, intimidante e irrespetuosa.

Ejemplo: “¡Siempre estás estropeando todo! ¿No puedes hacer bien las cosas? ¡No hagas que los demás pierdan el tiempo!”

3. Comunicación pasivo-agresiva

La comunicación pasivo-agresiva combina aspectos los estilos pasivo y agresivo. Quizás te percibas como cooperativo en la superficie, pero expresas tu frustración de manera indirecta, a menudo usando sarcasmo o menosprecio implícito.

Ejemplo: “Oh, buen trabajo terminando el proyecto a tiempo. Desearía tener esa misma cantidad de tiempo libre para hacer las cosas a la perfección.”

4. Comunicación pasivo (del que hablaremos hoy)

La comunicación pasiva se destaca por evitar conflictos y reprimir tus necesidades o sentimientos. Quizás te encuentres teniendo problemas para expresarte y tiendas a ir con lo que quieran los demás sin afirmar tu autoridad.

Ejemplo: “Claro, lo podemos hacer de esa manera. No hay problema.”

Si bien estos son los cuatro estilos de comunicación diferentes conocidos, hoy nos enfocaremos solamente en el mundo de la comunicación pasiva.

Comprender la comunicación pasiva dentro del lugar de trabajo es fundamental, ya que puede acarrear malentendidos y problemas potenciales dentro de las dinámicas de equipo. Al explorar a detalle este estilo, queremos ayudarte a identificar y navegar la comunicación pasiva, y por último, promover un ambiente de trabajo más efectivo y positivo.

Adentrémonos en los matices de la comunicación pasiva y sus implicaciones en el lugar de trabajo.

¿Qué es la comunicación pasiva?

La comunicación pasiva es una forma de comunicación donde a un individuo se le dificulta expresar sus ideas, emociones y necesidades abiertamente.

Los individuos que emplean la comunicación pasiva quizás lo hagan para evitar conflictos, mantener la paz o porque temen a las reacciones negativas que puede traer hablar con asertividad.

Cuando se usa una comunicación pasiva, las personas suelen acceder a las solicitudes de los demás, incluso si va en contra de lo que desean, ocultando lo que de verdad sienten y desean. 

La comunicación pasiva muestra ciertos comportamientos, como evitar el contacto visual, disculparse constantemente, evitar compartir opiniones personales, aceptar tareas sin querer y una falta de autoconfianza al expresarse.

Suelen evitar conflictos y tienen problemas al establecer límites, lo que los hace vulnerables a que otros se aprovechen de ellos.

Ejemplos de comunicación pasiva

Dentro del lugar de trabajo, la comunicación oral juega un papel fundamental al promover la colaboración, resolución de conflictos y crear relaciones fuertes con el resto de los miembros del equipo.

Sin embargo, no todos pueden comunicarse con asertividad, y algunas personas suelen adoptar estilos de comunicación pasiva.

Exploremos algunos ejemplos de estilos de comunicación pasiva que suelen ser comúnmente usados en la oficina. Entender estos ejemplos te ayudará a conocer el impacto de la comunicación pasiva y cómo puede afectar a las individuos y a los equipos dentro de un entorno profesional:

  1. Se le solicitó a Sarah que trabajara sobre tiempo, a pesar de que ella tenía planeando un evento familiar. En lugar de expresar sus emociones, de mala gana ella acepta a quedarse a trabajar, reprimiendo su frustración.
  2. Mark no está de acuerdo con la idea de un colega durante una reunión de equipo, pero se mantiene callado y la acepta para evitar conflictos, incluso cuando cree que no será un proyecto exitoso.
  3. Laura se tiene abrumada debido a su carga de trabajo, pero no habla con su supervisor ya que teme que la perciban como incapaz de gestionar sus responsabilidades.
  4. Durante una sesión de lluvia de ideas, a Alex se le ocurrió una idea brillante pero duda en compartirla con el resto del grupo porque le preocupa que los demás la encuentren tonta o no les guste.
  5. Cuando la colega de Jane toma crédito por su contribución en un proyecto, no aborda el problema directamente y, en su lugar, lo deja pasar para evitar crear tensión dentro del equipo.

Estos ejemplos demuestran cómo la comunicación pasiva puede llevar a sentimientos y necesidades reprimidas, resultando en oportunidades desaprovechadas, conflictos sin resolver y una falta de crecimiento personal en el lugar de trabajo.

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6 señales para detectar la comunicación pasiva

La comunicación efectiva es la base fundamental para crear un ambiente laboral próspero y productivo.

Sin embargo, reconocer la comunicación pasiva puede ser desafiante, ya que suele implicar comportamientos sutiles que pasan desapercibidos.

Desarrollar la habilidad para detectar las señales de comunicación pasiva es importante para afrontar problemas potenciales y promover una comunicación más efectiva dentro de tu equipo.

A continuación, seis señales que te ayudarán a identificar a un comunicador pasivo con sus respectivos ejemplos:

  1. Evitar el contacto visual: Los comunicadores pasivos pueden ser fácilmente detectados por su lenguaje corporal. Suelen evitar el contacto visual directo durante las conversaciones o reuniones. Su comportamiento se origina por la sensación de incomodidad que les genera expresar sus ideas u opiniones, haciendo que esquiven la mirada para evitar conflictos.

Por ejemplo, durante una reunión de equipo, un miembro introduce una idea innovadora, pero el comunicador pasivo evita hacer contacto visual con el resto del equipo y se mantiene callado, a pesar de que cuenta con una opinión de valor.

  1. Constantemente disculparse: Los comunicadores pasivos suelen disculparse una y otra vez al expresar sus ideas o necesidades. Suelen comenzar sus oraciones con frases como “Disculpa por molestar” o “No quisiera molestar, pero…”.
  2. Se rehúsa a expresar cuando está en desacuerdo: Típicamente, los comunicadores pasivos evitan expresar cuando no están de acuerdo o tienen alguna preocupación, incluso cuando son puntos de vista válidos. Le temen a la confrontación y les preocupa las consecuencias negativas.

Supongamos que durante la sesión de lluvia de ideas de un equipo, un comunicador pasivo no está de acuerdo con una estrategia propuesta pero decide no expresar sus preocupaciones para evitar perturbar la armonía.

  1. Problemas al establecer límites: Los comunicadores pasivos pueden tener problemas para establecer límites claros. Suelen sentirse obligados a tomar tareas adicionales o aceptar solicitudes irrazonables sin expresar sus preferencias.

Un ejemplo de esto podría ser cuando se asigna un nuevo proyecto con un tiempo ajustado. Un comunicador pasivo aceptaría sin tomar en cuenta sus carga de trabajo existente, eventualmente causándoles estrés y agotamientos.

  1. Dificultad para iniciar una conversación: Los comunicadores pasivos suelen dudar al momento de iniciar una conversación. Especialmente cuando involucra expresar sus necesidades o buscar ayuda. Prefieren que otros tomen el liderazgo y sean proactivos.

Por ejemplo, cuando un comunicador pasivo requiere de asistencia en un proyecto pero prefiere esperar a que su gerente se acerca a ellos en lugar de buscar ayuda ellos mismos.

  1. Dependencia del lenguaje corporal: Los comunicadores pasivos tienden a depender del lenguaje corporal, como suspiros, asentar con la cabeza y hacer gestos, comunicar sus emociones y opiniones en vez de expresarlas de manera verbal.

Un ejemplo que puede tomarse de las reuniones diarias o semanales. Durante ellas, un comunicador pasivo se mantendrá en silencio pero expresa su descontento con los ojos y la cabeza al discutir un tema controversial.

El impacto de la comunicación pasiva en el lugar de trabajo

La comunicación pasiva puede tener impactos significativos en el lugar de trabajo, afectado distintos aspectos de las dinámicas organizacionales y el bienestar de los empleados:

Esta falta de claridad puede resultar en errores, retrasos y, en última instancia, en una reducción de la productividad dentro del equipo u organización.

Los empleados pueden percibir que sus opiniones e ideas tienen menos valor, lo que los lleva a titubear al expresarse incluso cuando tienen contribuciones valiosas que hacer.

Los miembros del equipo pueden evitar abordar conflictos o expresar preocupaciones, lo que puede intensificarse con el tiempo y afectar negativamente la dinámica grupal y el trabajo en equipo en general.

Esto puede generar tensiones latentes y crear un entorno laboral tóxico donde se acumulan el resentimiento y la frustración.

Esta limitación puede obstaculizar el potencial de innovación y crecimiento de la organización, ya que los empleados pueden reprimir la propuesta de enfoques novedosos.

Cuando las personas dudan en comunicarse abiertamente, puede generar sospechas y socavar el trabajo en equipo y la cooperación.

Abordando los desafíos de la comunicación pasiva

Para mitigar el impacto negativo de la comunicación pasiva y fomentar un entorno laboral saludable y comunicativo, las organizaciones pueden adoptar varias estrategias.

  1. Fomentar el diálogo abierto: Crear una cultura de diálogo abierto donde los empleados se sientan seguros y alentados a expresar sus pensamientos y preocupaciones sin temor a represalias. Sesiones regulares de retroalimentación y escucha activa son componentes vitales de esta cultura.
  2. Desarrollar capacitación en asertividad: Ofrecer capacitación y talleres sobre asertividad para ayudar a los empleados a construir la confianza necesaria para expresarse de manera efectiva, manteniendo el respeto hacia los demás.
  3. Establecer expectativas claras: Comunicar claramente las expectativas y responsabilidades para asegurarse de que los empleados comprendan sus roles y se sientan cómodos buscando aclaraciones cuando sea necesario.
  4. Promover la retroalimentación y el reconocimiento: Crear una cultura de retroalimentación constructiva y reconocimiento. Alentar a los gerentes a brindar retroalimentación regular y reconocer las contribuciones de los empleados, fomentando un entorno laboral positivo.
  5. Ofrecer apoyo para la resolución de conflictos: Implementar programas de resolución de conflictos que capaciten a los empleados para abordar y resolver los conflictos de manera constructiva y proactiva.
  6. Dar ejemplo: Los gerentes y líderes deben modelar una comunicación asertiva y transparente, demostrando que el diálogo abierto es alentado y valorado en toda la organización.

¿Todo preparado para lidiar con la comunicación pasiva?

La comunicación pasiva puede obstaculizar la colaboración efectiva, la productividad y la satisfacción de los empleados en el lugar de trabajo.

Reconocer los signos de la comunicación pasiva y comprender su impacto es crucial para fomentar un entorno laboral positivo.

Al promover la comunicación asertiva, establecer expectativas claras, fomentar la retroalimentación y brindar apoyo para la resolución de conflictos, las organizaciones pueden crear un entorno laboral cohesionado y exitoso.

Abrazar estrategias de comunicación proactiva beneficiará tanto a los individuos como a la organización en su conjunto, lo que conducirá a una mayor productividad, innovación y satisfacción laboral en general.

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